Memoria Histórica

No lo sabía (ni yo ni la mayoría de avilesinos), lo leí en la prensa hace unas semanas. Resulta que Franco fue nombrado, en el año de la polka, alcalde honorifico de Avilés.
Los sucesivos gobiernos locales de distinto signo habían ignorado esta circunstancia. En el año 2007 seguía el dictador en su cargo honorifico. ¿Por qué esta dejadez? ¿Había algún nostálgico reticente a destituirlo de este cargo honorifico?
Pues no. Avilés es un feudo tradicionalmente socialista. Lo que paso fue que el ayuntamiento tenía mejores cosas que discutir. De hecho esta destitución se menciono de soslayo en los pocos medios que la recogieron. No hubo apenas debate en el consistorio. Conociendo a los avilesinos se sabe que la reacción general hubiera sido: Me parece muy bien. Pero ¿para esto voto y pago yo a los concejales? ¿Estas diciéndome que perdieron media hora hablando de esta tontería?

Me parece muy bien que se apoye la identificación de cadáveres. En Asturias hay una asociación que se dedica a buscar y conservar trincheras y bunkers de la guerra civil. Me parece perfecto que se mantenga y difunda el recuerdo de lo que paso. Que los muertos digan su última palabra para contarles a sus hijos donde cayeron. Que hablen los sitios donde callaron. El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.
Es responsabilidad del gobierno que los viejos descansen en paz y los jóvenes aprendan de aquella barbarie.

Lo malo de esta ley es que, como los niños de Sierra Leona, nacen inocentes y esperanzados, con toda una vida por delante para aportar alegría y desarrollo honrado.
Como los niños de Sierra Leona, en cuanto pueden caminar erguidos, se les da un fusil para disparar a la oposición.
Se deplora a una oposición que responde al fuego con fuego. Se dice que disparan a los niños, no en defensa propia, sino para hacer daño a sus padres.
Mientras tanto, los únicos perjudicados son aquellos que se hacen una pelota de trapo para jugar al futbol en el recreo pero nunca tendrán amigos para echar ese partido.

El caso de Avilés es significativo, desde mi punto de vista, porque refleja la distorsión de una ley que debería dedicarse a curar solo aquellas heridas que el tiempo pueda dejar abiertas.
Las heridas de los nombres de calles y monumentos se curan con progreso.
La estatua ecuestre de Franco en el Ferrol. La estatua del general en la ciudad donde nació. Cualquiera pensaría que su retirada seria, cuando menos polémica. Desataría la ira de los nostálgicos y la indignación de los que la ven como un símbolo histórico de la ciudad.
Nada de eso. Mucho antes de que nadie pensara en efectistas leyes de memoria se retiro. Para hacer un parking subterráneo y remodelar la plaza.

Para que los hijos de los muertos sepan donde, como y porque murieron: Las leyes. Para todo lo demás: El tiempo.

seaknigh escribió:No lo sabía (ni yo ni la mayoría de avilesinos), lo leí en la prensa hace unas semanas. Resulta que Franco fue nombrado, en el año de la polka, alcalde honorifico de Avilés.
Los sucesivos gobiernos locales de distinto signo habían ignorado esta circunstancia. En el año 2007 seguía el dictador en su cargo honorifico. ¿Por qué esta dejadez? ¿Había algún nostálgico reticente a destituirlo de este cargo honorifico?
Pues no. Avilés es un feudo tradicionalmente socialista. Lo que paso fue que el ayuntamiento tenía mejores cosas que discutir. De hecho esta destitución se menciono de soslayo en los pocos medios que la recogieron. No hubo apenas debate en el consistorio. Conociendo a los avilesinos se sabe que la reacción general hubiera sido: Me parece muy bien. Pero ¿para esto voto y pago yo a los concejales? ¿Estas diciéndome que perdieron media hora hablando de esta tontería?

Me parece muy bien que se apoye la identificación de cadáveres. En Asturias hay una asociación que se dedica a buscar y conservar trincheras y bunkers de la guerra civil. Me parece perfecto que se mantenga y difunda el recuerdo de lo que paso. Que los muertos digan su última palabra para contarles a sus hijos donde cayeron. Que hablen los sitios donde callaron. El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.
Es responsabilidad del gobierno que los viejos descansen en paz y los jóvenes aprendan de aquella barbarie.

Lo malo de esta ley es que, como los niños de Sierra Leona, nacen inocentes y esperanzados, con toda una vida por delante para aportar alegría y desarrollo honrado.
Como los niños de Sierra Leona, en cuanto pueden caminar erguidos, se les da un fusil para disparar a la oposición.
Se deplora a una oposición que responde al fuego con fuego. Se dice que disparan a los niños, no en defensa propia, sino para hacer daño a sus padres.
Mientras tanto, los únicos perjudicados son aquellos que se hacen una pelota de trapo para jugar al futbol en el recreo pero nunca tendrán amigos para echar ese partido.

El caso de Avilés es significativo, desde mi punto de vista, porque refleja la distorsión de una ley que debería dedicarse a curar solo aquellas heridas que el tiempo pueda dejar abiertas.
Las heridas de los nombres de calles y monumentos se curan con progreso.
La estatua ecuestre de Franco en el Ferrol. La estatua del general en la ciudad donde nació. Cualquiera pensaría que su retirada seria, cuando menos polémica. Desataría la ira de los nostálgicos y la indignación de los que la ven como un símbolo histórico de la ciudad.
Nada de eso. Mucho antes de que nadie pensara en efectistas leyes de memoria se retiro. Para hacer un parking subterráneo y remodelar la plaza.

Para que los hijos de los muertos sepan donde, como y porque murieron: Las leyes. Para todo lo demás: El tiempo.

Buena metáfora la de los niños de Sierra Leona. La instrumentalización que se hace de la guerra civil se explica perfectamente de esa forma. Eliminar los símbolos franquistas y abrir las fosas comunes para satisfacer a los familiares de las víctimas es algo normal y de sentido común. Pero en realidad es un regalo envenenado. La izquierda sabe que gracias esto encenderá la ira de una derecha que aun no sabe distinguir claramente entre democracia y dictadura. Así puede sacar pecho y decir "fijaos lo rojos somos, ¿o no veis lo que dice la derecha de nosotros?".

Esta es la forma que tiene el PSOE y el PP de repartir fusiles entre la gente, mientras nos disparemos entre nosotros, nunca apuntarán hacia ellos, lo que me recuerda a ese refrán que tanto me gusta de época romana:

"Las luchas entre esclavos, divierten a los amos"